jueves, 4 de octubre de 2012

Sebastián Battaglia no juega más por la lesión en su tobillo


"No quiero hablar, por ahora no quiero decir nada. Más adelante sí”.
No juega más. Sebastián Battaglia (31 años) no juega más. No se retiró todavía, no lo quiere decir. Su personalidad lo obliga a luchar. Buscar salidas que en realidad no existen. Todos se lo dicen, pero no lo entiende, no lo quiere entender. Salvo por esos 16 minutos decorativos frente a All Boys en el Apertura 2011, que le sirvieron para sumar su 17º título en el club, no juega de verdad desde el 20 de marzo del año pasado. Pero prefiere no hablar por el momento. Espera por una recuperación milagrosa.



“Se hicieron consultas a especialistas de tobillo de Estados Unidos y Holanda y fueron lapidarios, todos coincidieron: difícilmente pueda volver”, le confirmaron a Olé desde Casa Amarilla. “En un 100% no juega más”, agregaron desde las oficinas del club. Es el final para un ídolo, una gloria que con el paso de los años alcanzará el bronce. Para el más ganador de la historia de Boca.
Son 15 años de carrera. Debutó el 31 de mayo de 1998, en el interinato de García Cambón, y el año siguiente con Carlos Bianchi se convirtió en recambio para Chicho Serna. Fue titular en la Libertadores 2000 y también en la Intercontinental frente al Real Madrid. Pasaron muchas vueltas olímpicas, también lesiones graves... Rotura de ligamentos de la rodilla derecha, osteocondritis en la misma rodilla, una larga pubialgia, osteocondritis en la otra rodilla y después, en el tobillo, su último martirio. Primero aparecieron algunos síntomas, pero lo sobrellevaba restringiendo la actividad. Hasta que en un momento el dolor le impidió hacer cualquier actividad. En el 2010 pudo jugar apenas 14 partidos, en el 2011 estuvo en seis y este año no pudo. Directamente no pudo. Quiso empezar la pretemporada en Tandil y tuvo que volverse luego de unos días...
Igual que siempre, Seba mejora de la lesión, pasa dos o tres días sin dolor y cuando le suben las cargas, va para atrás. Probó con los kinesiólogos de básquet, especialistas en lesiones de tobillo, y no dio resultado. Se mandaron los estudios al exterior y tampoco. En Boca piensan lo mismo, hay coincidencia en que no va a poder volver a jugar.
Olé consultó a profesionales expertos en el tema y fueron concluyentes: “Es una lesión progresiva, evolutiva, es el desgaste del cartílago articular. Como si fuera una caries, pero en la tibia y el astrágalo, huesos que articulan el tobillo. Es una erosión de mucha magnitud, un proceso irreversible”.
“No quiero que esto me gane”, dijo en varias oportunidades. Y eso, con contrato hasta mediados del 2013, es lo que lo incentiva a seguir adelante. Se entrena solo, últimamente no se lo ve demasiado, a veces está con horarios distintos a los del plantel. No va siempre a la cancha porque elige quedarse con su familia. “Papi, ¿cuándo volvés a jugar? ¿Te duele el pie todavía?”, contó que le preguntan sus hijas. La última vez que se sintió jugador fue en la final de la Libertadores, cuando el cuerpo técnico y la dirigencia lo invitaron a viajar con la delegación a San Pablo. Estuvo concentrado, el día previo al partido participó del reconocimiento del Pacaeumbú y hasta se sumó al picado. Nunca más.
¿No puede jugar a pesar del dolor? “Es como un rayo que me cae en el tobillo”, le supo explicar él a sus amigos. Es una puntada de dolor muy aguda que no le permite hacer nada. “Lo que pasa es que no le podés quitar a él la ansiedad y el deseo de querer volver a jugar”, dicen en el club. Pero saben que a Battaglia, ya sea en un partido por los puntos o con sus amigos, le queda por delante nada más que su despedida. Su homenaje.

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