jueves, 30 de mayo de 2013

Un plantel al que le llega el tiempo del recambio

Las únicas voces que se escucharon en el vestuario visitante del estadio Marcelo Bielsa fueron las de Carlos Bianchi y Juan Román Riquelme. Los referentes. Los ídolos. Fueron ellos quienes se hicieron cargo y le pusieron palabras a la desazón de todo Boca, mientras el resto del grupo se fue en silencio, con los más jóvenes (Nahuel Zárate y Leandro Marín) entre lágrimas y con rostros caídos.
Es que tras resignar el torneo Final, la única ficha que se jugaba a pleno el equipo del Virrey era la de la Copa Libertadores. Su gran obsesión en este semestre. Sin ella. ¿Ahora qué? El plantel regresará a los entrenamientos esta tarde en el Complejo Pedro Pompilio. Mucho más allá, en el horizonte, estará ese peregrinaje por las últimas fechas del Final. Sin embargo, en la cabeza del entrenador ya empieza el nuevo semestre, en el que habrá modificaciones. “No voy a decir un solo apellido de qué jugador se puede ir o qué jugador va a venir hasta que Boca siga avanzando en la Copa Libertadores”, le dijo Bianchi a los dirigentes, cuando éstos, anticipadamente, se habían puesto a trabajar en materia de refuerzos porque veían un Boca demacrado.


Ahora el trabajo será para los dirigentes. Hay muchos contratos que se terminan (Cristian Cellay, Leandro Somoza, Lautaro Acosta, Matías Caruzzo, Clemente Rodríguez, Oscar Ustari, Franco Sosa y Emiliano Albín, además de varios juveniles) y deberán hablar entre las partes para ver cuáles se renuevan y cuáles no. Aunque hay un detalles que marca que aún nadie tiene asegurada su continuidad: Juan Sánchez Miño renovó hasta 2016 hace poco más de un mes. Fue con el único que hubo urgencia en acordar...
También hay jugadores que tienen vínculo con el club que no continuarían (¿Santiago Silva?) y otros que, por las finanzas del club, deben ser vendidos para equilibrar el gasto que provocan es a mes los sueldos del plantel con el presupuesto más alto del país.
Los apellidos que los dirigentes ya comenzaron a sondear, aún sin la autorización de Bianchi, salieron a la luz. Walter Samuel (queda libre en un mes en el Inter) es prioridad. También Daniel Cata Díaz, que está en conflicto con los hinchas de Atlético de Madrid y no es titular en el conjunto de Diego Simeone. El domingo, en Rosario, por el torneo local, un dirigente de Boca también se acercó a allegados de Gabriel Heinze para preguntar su situación (vence su vínculo al culminar el torneo). El DT no abrió la boca. Sólo dijo que quiere tener a Franco Cangele (se entrena en el club) si se puede.
Sin ella, sin esa Copa que obnubilaba, Boca se chocó de lleno contra su realidad. Y le duele. La herida tendrá consecuencias.

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