El festejo del último domingo de Giorgios Kaditis, quien realizó un saludo
nazi tras anotar un gol para el AKE de Atenas, no deja el margen para dudas.
Incluso, su entrenador en el club griego, el alemán Ewald Lienen, sentenció que
el jugador “sabía perfectamente lo que hacía”.
El testimonio del entrenador al respecto de su dirigido, sancionado de por vida por la federación de su país para integrar equipos nacionales, resulta un rotundo cambio de opinión. Es que el técnico había declarado tras el encuentro del domingo ante Veria FC que Kaditis “no tienen ni idea de política”. El mismo Lienen lo explicó así en una entrevista al diario local “Bild”: “En el estadio no vi la acción, pero ahora, al ver las imágenes, creo que él sabía al cien por cien lo que estaba haciendo”.
Además, el DT dijo acerca del jugador de 20 años que es “un joven inmaduro que vive en su propio mundo y cree ser el centro del universo”. Y agregó que “les falta el respeto a sus compañeros permanentemente”.
Además, Lienen calificó a su gesto como “imperdonable”, aunque lo hizo en términos contradictorios. Porque inmediatamente aclaró: “Todos merecen una segunda oportunidad, lo importante es que haya aprendido de esta acción gravísima”.
Giorgios Kaditis, quien realizó un saludo nazi tras anotar un gol El testimonio del entrenador al respecto de su dirigido, sancionado de por vida por la federación de su país para integrar equipos nacionales, resulta un rotundo cambio de opinión. Es que el técnico había declarado tras el encuentro del domingo ante Veria FC que Kaditis “no tienen ni idea de política”. El mismo Lienen lo explicó así en una entrevista al diario local “Bild”: “En el estadio no vi la acción, pero ahora, al ver las imágenes, creo que él sabía al cien por cien lo que estaba haciendo”.
Además, el DT dijo acerca del jugador de 20 años que es “un joven inmaduro que vive en su propio mundo y cree ser el centro del universo”. Y agregó que “les falta el respeto a sus compañeros permanentemente”.
Además, Lienen calificó a su gesto como “imperdonable”, aunque lo hizo en términos contradictorios. Porque inmediatamente aclaró: “Todos merecen una segunda oportunidad, lo importante es que haya aprendido de esta acción gravísima”.
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