Los Santos vienen marchando a Santa Fe y corean, saltan,
vivan, hacen propio un católico festejo mundial: el papa Francisco es
hincha de su club, es hincha de San Lorenzo. No es para menos. Hay unos colores,
un escudo, un sentimiento común que identifica a estos hinchas ¡con el
jefe de la Iglesia Universal!
Todo lo que tenían atragantado desde el día miércoles cuando se
conoció la noticia del nuevo Papa (que dicho sea de paso desplazó en popularidad
a Marcelo Tinelli y Viggo Mortensen), todas, absolutamente todas las
demostraciones de comunión se empezaron a ver desde el mediodía en Santa Fe.
Pancartas, banderas y hasta la casaca
de San Lorenzo se modifica con una edición especial que lleva la
imagen del Papa Francisco y la promesa de enviarle una camiseta personalizada al
hincha de San Lorenzo más conocido del mundo.
Hasta estas latitudes también llegaron periodistas
alemanes y españoles a cubrir el equipo del que es hincha el Sumo
Pontífice.
Sin embargo, todo el show propio de los Santos puja contra
algunas versiones ajenas, más bien vernáculas, que indican que Bergoglio
simpatizó por Colón mientras fue profesor durante los años 1964 y 65 en el
colegio de la Inmaculada Concepción en la ciudad de Santa Fe.
Esos dos años de estadía en los húmedos calores santafesinos
cada vez saben más de gente que lo tuteó. Cosas que suelen suceder cuando una
personalidad adquiere popularidad, aunque en este caso la notoriedad será
extrema y eterna por los siglos de los siglos.
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