El clásico de las urgencias en Avellaneda explotó desde temprano. Las especulaciones quedaron a un lado cuando a los cuatro minutos Hernán Fredes se tiró con los pies para adelante en el área chica y puso en ventaja a Independiente sobre River, dos gigantes que hoy pelean por cada punto. Uno para no volver a descender y el otro para no descender por primera vez en su historia (el Rojo está en la zona caliente).
Pero ese gol de Fredes de entrada despertó el clásico a tiempo para que el partido se diera de ida y vuelta, y con buenas situaciones de gol. Como en épocas de Bochinis y Alonsos. El 4-4-2 de Matías Almeyda empezó el primer tiempo haciendo agua, sobre todo por el costado derecho de su defensa, sector protegido con mucha dificultad por Carlos Sánchez y Gabriel Mercado, por ese callejón a espaldas de los ex Godoy Cruz y Estudiantes Osmar Ferreyra fue determinante.
Paulo Rosales bajó hasta la mitad de la cancha, tomó contacto con el balón y le puso una pelota perfecta a Ferreyra que se metió al área a toda velocidad. Centro rasante y gol de Fredes. El plan del Tolo Gallego funcionaba a la perfección desde el primer instante. Un 4-3-2-1, con Farías como referencia en el área, Ferreyra bien abierto por izquierda, Battión y Santana en el medio, más Fredes y Rosales repartiéndose la creación. A los 12, tuvo el segundo Farías, pero se lo tapó Vega, cuando Santana estaba solo para convertir.
Y River, que hasta ahí había hecho poquito llegó al empate. Consiguió un tiro libre cerca del área. Ponzio envió el centro y Bottinelli apareció en el corazón del área sin marca para poner la cabeza e instalar el 1-1. El envión del empate le permitió a River soltarse y a partir de allí crecer en su juego. Pudo ponerse arriba el visitante en un mano a mano de Mora que Hilario Navarro tapó a puro reflejo. Pero sobre el final del primer tiempo, otra vez Independiente demostró su superioridad para ganar la disputa en el medio, presionar arriba y llegar con peligro a Vega. Otra vez lo tuvo el Tecla, a los 38, pero Vega amortiguó el zurdazo y Bottinelli despejó en la línea.
El segundo tiempo mantuvo el flojo nivel de juego, pero el alto contenido emotivo del partido. Fueron y vinieron, dejaron todo y generaron varias situaciones de peligro en los arcos, aunque más por desatenciones en defensa que por virtudes en la elaboración.
A los 14, Fredes se comió un gol increíble. La misma jugada que abrió el marcador en el primer tiempo: Ferreyra desborda por izquierda, centro al medio del área chica y Fredes define de derecha, pero esta vez por encima del travesaño. En la jugada siguiente, River se puso en ventaja e Independiente maldijo su suerte y esta racha negra que lo azota.
Otra vez un tiro libre cerca del área, pero esta vez Ponzio la jugó por abajo, al área, a la diagonal del Keko Villalva que grió y sacó un centro. Despejó Farías, pero dejó viva la pelota en la puerta del área. Carlos Sánchez la enganchó de lleno con el empeine del pie derecho y sacó un remate cruzado que se coló entre varias puertas y terminó en el fondo del arco de Navarro. Enseguida Almeyda puso a Trezeguet y sacó a Mora. El Tolo ya había puesto a Fabián Vargas por Santana. A partir de ese momento, sorprendió la dificultad que tuvo River para frenar los ataques del Rojo.
Mercado y Sánchez quedaban siempre desbordados por Ferreyra. González Pirez parecía perdido y Diego Martínez tampoco podía cerrar su lateral. Independiente llegaba por los costados con comodidad. Pero fue en una pelota parada que llegó el 2-2 final. Llegó el centro, un rechazo largo, Samuel Cáceres la devolvió al área de primera apretado contra la línea. Otro centro, pasado, la defensa saliendo y Battión apareció solo por atrás y cabeceó al medio. Vega salió, después quiso volver y Galeano ya estaba listo para empujarla al gol desde el piso. Desahogo en Avellaneda y 2-2.
Quedaron 20 minutos en los que Independiente empujó a River y River se empujó a sí mismo contra Vega. Desinteligencias, desacoples; la defensa visitante esta tarde se sostuvo por Bottinelli. La polémica llegó pasada la media hora de juego. Vargas apareció en el área sobre la izquierda y le quiso tirar un sombrero a González Pirez. El defensor levantó el brazo y desvió la trayectoria de la pelota. Para Pitana no fue penal.
Al final fue empate, un punto que no suma para ninguno.
Pero ese gol de Fredes de entrada despertó el clásico a tiempo para que el partido se diera de ida y vuelta, y con buenas situaciones de gol. Como en épocas de Bochinis y Alonsos. El 4-4-2 de Matías Almeyda empezó el primer tiempo haciendo agua, sobre todo por el costado derecho de su defensa, sector protegido con mucha dificultad por Carlos Sánchez y Gabriel Mercado, por ese callejón a espaldas de los ex Godoy Cruz y Estudiantes Osmar Ferreyra fue determinante.
Paulo Rosales bajó hasta la mitad de la cancha, tomó contacto con el balón y le puso una pelota perfecta a Ferreyra que se metió al área a toda velocidad. Centro rasante y gol de Fredes. El plan del Tolo Gallego funcionaba a la perfección desde el primer instante. Un 4-3-2-1, con Farías como referencia en el área, Ferreyra bien abierto por izquierda, Battión y Santana en el medio, más Fredes y Rosales repartiéndose la creación. A los 12, tuvo el segundo Farías, pero se lo tapó Vega, cuando Santana estaba solo para convertir.
Y River, que hasta ahí había hecho poquito llegó al empate. Consiguió un tiro libre cerca del área. Ponzio envió el centro y Bottinelli apareció en el corazón del área sin marca para poner la cabeza e instalar el 1-1. El envión del empate le permitió a River soltarse y a partir de allí crecer en su juego. Pudo ponerse arriba el visitante en un mano a mano de Mora que Hilario Navarro tapó a puro reflejo. Pero sobre el final del primer tiempo, otra vez Independiente demostró su superioridad para ganar la disputa en el medio, presionar arriba y llegar con peligro a Vega. Otra vez lo tuvo el Tecla, a los 38, pero Vega amortiguó el zurdazo y Bottinelli despejó en la línea.
El segundo tiempo mantuvo el flojo nivel de juego, pero el alto contenido emotivo del partido. Fueron y vinieron, dejaron todo y generaron varias situaciones de peligro en los arcos, aunque más por desatenciones en defensa que por virtudes en la elaboración.
A los 14, Fredes se comió un gol increíble. La misma jugada que abrió el marcador en el primer tiempo: Ferreyra desborda por izquierda, centro al medio del área chica y Fredes define de derecha, pero esta vez por encima del travesaño. En la jugada siguiente, River se puso en ventaja e Independiente maldijo su suerte y esta racha negra que lo azota.
Otra vez un tiro libre cerca del área, pero esta vez Ponzio la jugó por abajo, al área, a la diagonal del Keko Villalva que grió y sacó un centro. Despejó Farías, pero dejó viva la pelota en la puerta del área. Carlos Sánchez la enganchó de lleno con el empeine del pie derecho y sacó un remate cruzado que se coló entre varias puertas y terminó en el fondo del arco de Navarro. Enseguida Almeyda puso a Trezeguet y sacó a Mora. El Tolo ya había puesto a Fabián Vargas por Santana. A partir de ese momento, sorprendió la dificultad que tuvo River para frenar los ataques del Rojo.
Mercado y Sánchez quedaban siempre desbordados por Ferreyra. González Pirez parecía perdido y Diego Martínez tampoco podía cerrar su lateral. Independiente llegaba por los costados con comodidad. Pero fue en una pelota parada que llegó el 2-2 final. Llegó el centro, un rechazo largo, Samuel Cáceres la devolvió al área de primera apretado contra la línea. Otro centro, pasado, la defensa saliendo y Battión apareció solo por atrás y cabeceó al medio. Vega salió, después quiso volver y Galeano ya estaba listo para empujarla al gol desde el piso. Desahogo en Avellaneda y 2-2.
Quedaron 20 minutos en los que Independiente empujó a River y River se empujó a sí mismo contra Vega. Desinteligencias, desacoples; la defensa visitante esta tarde se sostuvo por Bottinelli. La polémica llegó pasada la media hora de juego. Vargas apareció en el área sobre la izquierda y le quiso tirar un sombrero a González Pirez. El defensor levantó el brazo y desvió la trayectoria de la pelota. Para Pitana no fue penal.
Al final fue empate, un punto que no suma para ninguno.
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