El dueño de Leeds, el empresario Andrea Radrizzani, y la dirección deportiva del club no necesitaban el triunfo inolvidable, rozando lo épico ante Manchester City, para tener en claro que el director técnico para, al menos las próximas dos temporadas, debe seguir siendo Marcelo Bielsa. En todo caso, el 2-1 conseguido en el descuento con un jugador menos en el Etihad Stadium ante el firme puntero de la Premier League, reforzó la sensación de que el Loco es la primera y única opción. Lo tienen asumido desde hace un par de meses, satisfechos con una campaña que está cumpliendo holgadamente el objetivo de mantener la categoría en el primer año tras el ascenso.
Fue el propio Bielsa el que hace unas semanas paralizó las negociaciones. Quiso darse más tiempo, a él y a las autoridades, para que el último tramo de la Premier termine de dar un veredicto definitivo sobre su gestión y el equipo. A mediados de febrero, el Loco había respondido sobre su futuro: “Todavía falta jugarse un tercio de la liga. Y los partidos siempre ofrecen conclusiones que ayudan a tomar decisiones acertadas. Siempre propongo que se consuman todos los partidos, no por mí, sino por los que me contratan”.