A tan sólo dos semanas de haber obtenido el tercer Balón de Oro de su carrera, Cristiano Ronaldo pasa por un momento de escasa dulzura: no sólo el Real Madrid no tiene el andar arrollador del segundo semestre de 2014 sino que él mismo bajó su nivel y tocó su punto más bajo el sábado pasado, cuando tuvo una pobre actuación, fue expulsado ante el Córdoba -su equipo consiguió el tanto de la victoria cuando él ya estaba en los vestuarios- y se retiró con una provocación al público local. Por eso, en España empiezan a hablar de síntomas de desgaste del portugués, quien además sufrió recientemente en su vida privada la separación de su novia.
Según comenta el sitio español ABC, desde el entorno del portugués afirman que “nunca descansa mentalmente, su cabeza nunca se relaja”. Cristiano vive la competencia deportiva con pasión extrema, cercana a la obsesión. Por eso -y en eso se parece mucho a Lionel Messi-, es totalmente contrario a la posibilidad de un descanso, aún cuando su físico parece empezar a reclamarlo.