Racing es un club que tiene récords de todos los colores.
Ahora sumó otra marca oscura para su triste colección: Carlos Ischia
renunció a los cinco partidos de haber agarrado el cargo. Después de la
derrota de ayer ante Atlético de Rafaela, el técnico suspendió la conferencia de
prensa. Desmoronado, se fue a su casa, cenó solo, llamó a sus hijos y a sus
colaboradores. Luego, agarró el teléfono y, pasadas las dos de la madrugada, le
comunicó al flamante presidente Victor Blanco que ya no tenía fuerzas para
seguir. El mandatario inmediatamente aceptó la renuncia. Y de esta forma, Racing
pasa a los primeros planos porque ya busca a su cuarto entrenador cuando apenas
van diez fechas del campeonato. Algo de no creer.
