De este lado de la cordillera hace tanto calor como en Avellaneda. Quizás, la
diferencia sea que acá se soporte más porque, según cuentan, el clima es más
seco. La temperatura cruza la barrera de los 30. Y no afloja. En una situación
similar está Independiente: el clima interno se parece mucho a un infierno nada
encantador pero está decido a no aflojar, ni en esta parada internacional, ni en
la finalísima que tendrá que afrontar a nivel nacional 69 horas más tarde...
No la tiene fácil el equipo de Gallego. Ni acá ni allá. En realidad, de una
vez por todas deberá definirse y apuntarle a un solo objetivo. Hundido en la
tabla del descenso, y sabiendo que depende y mucho de resultados ajenos, la Copa
Sudamericana parece un estorbo. El plan del Tolo, poner casi todos los titulares
en la ida, no salió como lo planeó. Porque a la decepcionante igualdad en 2 hay
que agregarle que un par de jugadores terminaron con nanas y quemó energías para
el encuentro que perdió ante Lanús. Ahora, para la revancha, cambia
rotundamente: está noche (a las 19.15) se “jugará” la clasificación a las
semifinales con un equipo extremadamente alternativo. Tal es así que de los que
hoy serán titulares ante la Católica a lo sumo uno o dos repetirán ante los
sanjuaninos.Es tan obvio cuál es la prioridad, que hoy improvisará una defensa
con 4 centrales, con Samuel Caceres, el relegado Eduardo Tuzzio, Cristian Tula y
Leonel Galeano. En el arco, Diego Rodríguez se volverá a poner los guantes. En
el medio, después de más de un mes, se anuncia el regreso de Jonathan Santana.
Junto a él, para parar el vértigo del conjunto chileno, estarán Fernando Godoy,
Hernán Fredes, hoy sin lugar en el once ideal de Gallego, y Federico Mancuello.
Con Farías entre algodones (es uno de los 23 jugadores que componen esta doble
excursión y ya anunció que lo guarda para el choque con San Martín), la ofensiva
estará conformada por la experiencia de Paulo Rosales y la frescura de Patricio
Vidal.