Detrás de ese traje de héroe, de ese buzo celeste y esos guantes blancos, se
esconde la pintoresca historia de un arquero que hasta los 15 años no sabía que
su talento estaba debajo de tres palos. Nahuel Guzmán, el superhéroe
leproso en la histórica clasificación del miércoles frente a Boca, el que se
ayudó de un “machete” para tapar los penales de Riquelme y compañía, encontró su
vocación casi sin quererlo.
“¿De qué se prueba usted?”, le preguntó Miguel Fullana, un histórico defensor rojinegro, por aquel entonces entrenador de la novena división.
“¿De qué se prueba usted?”, le preguntó Miguel Fullana, un histórico defensor rojinegro, por aquel entonces entrenador de la novena división.