A Ezequiel Ponce lo apodan el Tanque. Por un porte que todavía puede aumentar (ya mide 1,78), su guapeza y su madurez para moverse en un entorno tan mágico como voraz, aparenta una edad que no tiene. Su DNI certifica que tiene apenas 16 años. Y sus cualidades físicas y técnicas hacen pensar que Rosario, la ciudad de Lionel Messi, está viendo nacer a un nuevo crack. Ayer, ante Vélez, en su segundo partido como titular en Primera, el pibe mostró todas sus credenciales: potencia, velocidad, panorama, ductilidad y mucha habilidad dentro del área. Le faltó el gol, es cierto. Pero su aporte fue fundamental en el triunfo de Newell's. Jugó e hizo jugar.
Ponce llegó a la institución a los ocho años. Antes, jugó dos años en el baby de Rosario Sur, un club de barrio de la ciudad. Un cortocircuito entre su padre y los dirigentes terminó de convencer a la familia de buscar un nuevo horizonte. "¿Querés probarte en Newell's?", le preguntó su papá. A Ezequiel se le iluminó la cara. En el predio de Malvinas, allí donde alguna vez correteo Lionel Messi con una pelota pegada a su pie izquierdo, quedaron encantados con sus cualidades. Ocho años después de aquella prueba, debutó en Primera. El 5 de octubre de 2013, Alfredo Berti lo mandó a la cancha en la victoria ante Quilmes por 2 a 0. Aquel día entró en la historia del club rosarino: se convirtió en el futbolista más chico de edad en debutar en el primer equipo de Newell's. Tocó el cielo con las manos con tan sólo 6.034 días de vida. "Fue lo mejor que me pasó", contó el adolescente en aquella oportunidad.
En 2012, Ponce marcó 35 goles jugando para la octava división. Fue el máximo artillero de todos los equipos de AFA en las seis categorías. Ese año integró el seleccionado Sub-17. En 2013, se despachó con 22 goles en séptima. Su registro se interrumpió ante la decisión de Berti de subirlo al plantel de Primera. La semana antes del debut disputó la Copa Campeonato de juveniles de AFA con sus compañeros de categoría. En siete días salteó cuatro divisiones (sexta, quinta, cuarta y reserva) para compartir cancha con Heinze, Bernardi, Maxi Rodríguez y compañía. Tan sorpresiva y vertiginosa fue su aparición en el fútbol profesional que hasta se habló de un interés del Barcelona por quedarse con sus servicios. "No tengo idea si llegó una oferta. Yo me quiero divertir y tomo esto además como un trabajo. Lo tomo como una diversión, lo que deseo ahora es disfrutar del fútbol", dijo en una nota que le hizo el diario La Capital.
Ponce llegó a la institución a los ocho años. Antes, jugó dos años en el baby de Rosario Sur, un club de barrio de la ciudad. Un cortocircuito entre su padre y los dirigentes terminó de convencer a la familia de buscar un nuevo horizonte. "¿Querés probarte en Newell's?", le preguntó su papá. A Ezequiel se le iluminó la cara. En el predio de Malvinas, allí donde alguna vez correteo Lionel Messi con una pelota pegada a su pie izquierdo, quedaron encantados con sus cualidades. Ocho años después de aquella prueba, debutó en Primera. El 5 de octubre de 2013, Alfredo Berti lo mandó a la cancha en la victoria ante Quilmes por 2 a 0. Aquel día entró en la historia del club rosarino: se convirtió en el futbolista más chico de edad en debutar en el primer equipo de Newell's. Tocó el cielo con las manos con tan sólo 6.034 días de vida. "Fue lo mejor que me pasó", contó el adolescente en aquella oportunidad.
En 2012, Ponce marcó 35 goles jugando para la octava división. Fue el máximo artillero de todos los equipos de AFA en las seis categorías. Ese año integró el seleccionado Sub-17. En 2013, se despachó con 22 goles en séptima. Su registro se interrumpió ante la decisión de Berti de subirlo al plantel de Primera. La semana antes del debut disputó la Copa Campeonato de juveniles de AFA con sus compañeros de categoría. En siete días salteó cuatro divisiones (sexta, quinta, cuarta y reserva) para compartir cancha con Heinze, Bernardi, Maxi Rodríguez y compañía. Tan sorpresiva y vertiginosa fue su aparición en el fútbol profesional que hasta se habló de un interés del Barcelona por quedarse con sus servicios. "No tengo idea si llegó una oferta. Yo me quiero divertir y tomo esto además como un trabajo. Lo tomo como una diversión, lo que deseo ahora es disfrutar del fútbol", dijo en una nota que le hizo el diario La Capital.