El reflejo de la gloria se dibuja en la mirada de Marcelo Gallardo. Le brillan los ojos al t茅cnico de River cuando surge en el lobby del hotel Quinta Real. No hay rastros de cansancio a pesar de un viaje que demand贸 17 horas, escala en Canc煤n incluida. Anoche, los jugadores hicieron leves movimientos en el gimnasio del hotel.
A exactamente 365 d铆as del comienzo de su ciclo (el 27 de julio de 2014 ante Ferro en Salta por la Copa Argentina), el Mu帽eco est谩 de nuevo ante esa instancia que conoce desde los tiempos en los que era un enganche de la banda roja. Y, al igual que en 1996, buscar谩 alzar la Copa Libertadores, esta vez del otro lado de la l铆nea de cal.